Comienzo el mes de julio con las pilas recargadas, después de unos días fuera de casa que me han hecho cambiar mi ritmo vital. Ahora vivo más despacio y relajada porque quiero que el verano no se acabe volando, como siempre ocurre. Por eso, hoy quiero dedicar un post a esta estación y a quienes se han acordado de ella a través de las palabras.
Y si de palabras hablamos, el refranero popular es una fuente amplia de dichos, frases proverbiales, aforismos y refranes. Este artículo recoge algunos refranes populares sobre este mes de julio: En julio, beber y sudar, y el fresco en balde buscar; Julio sano, lo mejor del verano; En julio, el mozo en la acequia o en el pozo; Julio caliente, quema al más valiente…
También encontramos multitud de proverbios sobre este mes (algunos ya en desuso) en la página del Instituto Cervantes: Si quieres buenos nabos, en julio has de sembrarlos. Y si nos fijamos en los meses de agosto y septiembre, tenemos, por ejemplo: Agosto y septiembre, no duran siempre; Por septiembre, calabazas, aunque no siempre.
El verano y sus características son motivo de inspiración en otros refranes: No hay primavera sin flores ni verano sin calores; o la quijotesca frase Una golondrina sola no hace verano y sus variantes: Una golondrina no hace verano, ni una (sola) virtud bienaventurado; Ni una flor hace ramo, ni una golondrina hace verano; Ni un dedo hace mano, ni una golondrina verano. En valenciano, me encanta este, gran conocido: A l’estiu tota cuca viu y sus variantes: A l’estiu tot bitxo viu; A l’estiu tot el món viu.
Porque con jolgorio y veraneando, se va el verano volando, y ni siquiera los refranes me dan la razón, tendré que conformarme con ese verano fugaz y efímero, ese que no dura para siempre y que, sin embargo, persiste en la piel, en los olores y en los recuerdos.