El Hormiguero 3.0 hace esta temporada una sección titulada Faltan Palabras que presenta Luis Piedrahita. En ella, el humorista inventa nuevas palabras a partir de la unión de significados de varios términos. Este procedimiento de creación de nuevas palabras, que algunos gramáticos asignan al campo de la composición o al de la acronimia, también tiene nombre(s) propio(s): palabra maleta, palabra centauro, palabra macedonia, palabra sándwich, palabra canguro o palabra preñada. Para Almela (1999), los rasgos característicos de estos neologismos son el entrecruzamiento y el acortamiento de sílabas. García Page (2010), por su parte, dice que se trata de un «artilugio lúdico que combina significante con significado», como podéis ver en este vídeo de la citada sección del programa de Antena 3:
Este fenómeno no es algo nuevo. La literatura ha recogido creaciones léxicas de este tipo, como señala Varela Ortega (2005):
«Las obras literarias contienen a menudo palabras que no pertenecen al vocabulario común, palabras inventadas que cobran sentido sobre la base de su similitud formal con otras palabras generales de la lengua, de modo que el lector llega a reconstruir su significado apoyándose en las marcas formales de la palabra inventada, es decir, trazando ciertas asociaciones léxicas que le llevarán a evocar nuevos significados. Una fuente de este tipo de innovación léxica es la combinación de dos palabras en una, como el aplicablecer (híbrido de aplicar y establecer) de Unamuno».
Pero no solo la literatura ha echado mano a esta divertida forma de crear neologismos. La publicidad también usa estos cruces léxicos. ¿Os acordáis de este anuncio?
Algunas de estas invenciones se usan tanto que llegan a incorporarse al diccionario. Así ha ocurrido con palabras como docudrama («Género difundido en cine, radio y televisión, que trata, con técnicas dramáticas, hechos reales propios del género documental») o cantautor («Cantante, por lo común solista, que suele ser autor de sus propias composiciones, en las que prevalece sobre la música un mensaje de intención crítica o poética»). ¿Quién sabe si algún día podrían lexicalizarse y formar parte del diccionario otras palabras maleta de nueva creación? Aunque lo más importante es ser imaginativo y jugar con las palabras, que de eso también se aprende. De ahí que esta sección de El Hormiguero pueda inspirar perfectamente una actividad en el aula, donde se despierte ese pensamiento divergente que acuña Ken Robinson, para impulsar la creatividad en nuestros alumnos. ¿Os atrevéis a crear vuestra palabra maleta?


