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Así de (meridianamente) claro

Hace tiempo que tenía ganas de escribir sobre la corrección ortográfica, gramatical y estilística. Y para ello voy a presentaros un programa de análisis textual, que es la herramienta principal de trabajo de mi tesis doctoral. Se trata del Wordsmith Tools 6.0. Es un programa para trabajar corpus textuales, es decir, un conjunto de textos que sirven de base para analizar determinadas pautas gramaticales y léxicas. En mi caso, se trata de textos periodísticos escritos, pero con este programa (y otros como el AntConc, este de software libre) se pueden analizar todo tipo de textos, tanto escritos como orales, si están transcritos. El programa es complejo, ya que te ofrece listas de concordancias, datos sobre colocaciones comunes, estadísticas… Es decir, puedes buscar una palabra y el programa te muestra el resultado de las ocurrencias de esa palabra, con qué otra palabra suele aparecer más y en qué porcentaje, entre otras muchas cosas. Aprovechando mi corpus de estudio y esta aplicación, cuyo funcionamiento os he explicado muy por encima, he hecho una prueba. He buscado errores en las noticias de periódicos españoles, tanto generalistas como especializados (deportivos y económicos), y lo que me he encontrado os lo voy a contar en varios artículos. Con este, empiezo una serie dedicada a errores de tipo ortográfico, gramatical y de estilo en la comunicación escrita que, evidentemente, se puede extrapolar a otros ámbitos. Hoy, redundancias. Palabras que sobran. Pleonasmos.

erario público
Forges, El País, 24-10-14

Un pleonasmo puede ser de dos tipos: ingenioso o vicioso. El primero es una figura retórica, cuya definición en el Diccionario de la RAE dice así: «Figura de construcción, que consiste en emplear en la oración uno o más vocablos innecesarios para que tenga sentido completo, pero con los cuales se añade expresividad a lo dicho; p. ej., lo vi con mis propios ojos». El segundo, el vicioso, es el que se utiliza de forma innecesaria porque no añade ningún matiz al significado de la expresión. Este es el que tiene su papel protagonista en el lenguaje de los periodistas. Aquí van algunos ejemplos extraídos de mi corpus de estudio:

Erario público

La Fundeu señala que «si bien su uso está muy extendido, la expresión erario público es redundante puesto que la palabra erario lleva implícita la idea de público». Aparece en ejemplos como:

Catalá disiente en esto: puede dar lugar a un «escenario más complejo de gestión», marcado por los pleitos, pero no necesariamente tendría un mayor importe para el erario público, o al menos, si lo tuviera, estaría muy diluido en el tiempo, ya que los pleitos podrían alargarse durante años. (ABC, 12-03-14).

De momento, mientras se defienden como pueden ya han ingresado en Hacienda 13,5 millones de euros para cubrir el descubierto con el Erario Público. (AS, 25-02-14).

Aunque en esta última oración, Erario Público se utiliza como sinónimo de Hacienda, apareciendo incluso en mayúsculas, es preferible su uso sin el adjetivo.

Crespón negro

Si, según la definición de la RAE, un crespón es una tela negra que se usa en señal de luto, ¿por qué siempre aparece acompañada del adjetivo negro? Nos encontramos aquí con uno de los pleonasmos más comunes en el lenguaje de los medios de comunicación:

Es aquí donde Rafa puso la quinta para acabar con el sueño del ucraniano, quien lucía un crespón negro en apoyo a las protestas en su país, resolviendo el desempate con un 7-3. (El Periódico de Cataluña, 24-02-14).

Frente a Dolgopolov, que jugó con un crespón negro en el pecho para homenajear a las víctimas de la crisis política en Ucrania, el español dio un paso adelante en el juego. (El País, 24-02-14).

Colofón final

Aquí va otra redundancia. Un colofón es el final de un proceso. El significado de «remate» o «final» ya está implícito en la palabra, por ello, no es preciso ser repetitivos:

Fue el colofón final a una primera intervención, en la que el responsable de Interior enfrentó a los socialistas a sus contradicciones, Diario de Sesiones del Congreso en mano. (ABC, 13-03-14). 

Lapso de tiempo

Un lapso es el «tiempo entre dos límites». Es redundante decir lapso de tiempo, sin embargo, la RAE la admite por su uso frecuente. Sería suficiente con decir solo lapso o tiempo.

Los 4.000 kilómetros adicionales que el avión pudo recorrer durante ese lapso de tiempo ensanchan dramáticamente el terreno de búsqueda (El Periódico de Cataluña, 20-03-14).

Amigo personal

Si lo que se quiere recalcar es que la relación de amistad es muy estrecha, mejor sería el adjetivo íntimo, ya que un amigo es quien tiene «afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece con el trato».

Aunque ayer no «piara» Tomás Gómez, el PSM no aparece en la lista hasta el puesto 16 porque a Enrique Guerrero, amigo personal de Rubalcaba que ocupa el número 8, no se le considera cuota madrileña. (La Razón, 16-02-14).

Pinchuk está casado con una hija del ex presidente Kuchma y es amigo personal y generoso donante de Tony Blair. (El Mundo, 02-03-14).

Rotunda era amigo personal de Carmona, a quien conoció hace cuatro años en el mundo de las pasarelas. (ABC, 21-02-14).

Totalmente gratis

Aunque el uso del adverbio totalmente (y otros como absolutamente) sirve aquí para enfatizar y recalcar la cualidad de gratuidad, sobra. Si algo es gratis lo es en su totalidad. No puede ser gratis a medias.

«Antena 3 será la única televisión que ofrecerá en directo las 19 carreras, en HD, en abierto, en directo… y gratis. Totalmente gratis», presumía Carlos Fernández, director de contenidos de la cadena. (ABC, 7-03-14).

Relaciones bilaterales

Esta expresión encanta a los periodistas y a sus fuentes políticas. Es repetitivo decir:

Tras largas horas de debates, los Veintiocho advirtieron a Moscú de que «en ausencia de pasos por parte de Rusia para reducir la tensión, la UE decidirá sobre las consecuencias que tendrá para las relaciones bilaterales entre la UE y Rusia». (El Periódico de Cataluña, 04-03-14).

Las relaciones bilaterales entre Rusia y Alemania quedan, por tanto, públicamente congeladas. (El Mundo, 14-03-15).

Las relaciones entre dos son de por sí bilaterales.

Vigente ahora

Vigente hace referencia a lo que está en la actualidad, por lo que es superfluo el adverbio ahora.

Fue el presidente de la CEOE, Juan Rosell, el que propuso a los demás interlocutores, la creación de un salario mínimo para facilitar la contratación de jóvenes sin cualificación, e inferior al que está vigente ahora para el conjunto de la economía, según las fuentes próximas a la reunión consultadas por Expansión. (Expansión, 19-03-14). 

Especial hincapié

Si hacer hincapié ya es «insistir en algo que se afirma, se propone o se encarga», es inútil el adjetivo especial.

Todos ellos trabajaron en una larga sesión de entrenamiento que duró más de dos horas y media y en la que Paco, el técnico del Rayo, hizo especial hincapié en el trabajo táctico, con y sin balón. Baena y Mojica realizaron ayer un trabajo alternativo, pero todo indica que estarán en condiciones el domingo. (AS, 20-02-14).

Meridianamente claro

Meridiano significa «clarísimo», así que meridianamente claro resulta repetitivo. A pesar de ello, es una expresión muy usada en prensa:

Que el gobierno ucraniano y la propia UEFA no tenían capacidad para garantizar la seguridad era una cuestión meridianamente clara. (ABC, 20-02-14).

La aspiración catalana de ejercer el derecho a decidir no tiene recorrido y así, por si aún cabía alguna duda pese a la declaración solemne hecha por el presidente del Gobierno, quedó ayer meridianamente claro a la vista de la resolución, derivada del Debate sobre el estado de la Nación, que el PP aprobó con sus votos y la abstención de los diputados socialistas y de la formación magenta. (El Mundo, 28-02-14).

Los nombres, a día de hoy, están meridianamente claros. El primero es Cebolla Rodríguez, que ya ha comunicado públicamente su decisión de abandonar la entidad por la falta de minutos. (Marca, 27-02-14).

Hay muchísimos otros casos de pleonasmos viciosos en los textos periodísticos. Son ejemplos: foro de debate, entrenamiento previo, erradicar de raíz, proyecto futuro, planes de futuro, parte integrante, años de edad, copia exacta, hecho real, polos opuestos, accidente fortuito y otros más que encontraréis en este interesantísimo artículo de Álex Grijelmo.

No os perdáis el próximo artículo, dedicado a errores ortográficos. Parece mentira que en periódicos serios, de tirada nacional y destinados a un público amplio y formado, pueda haber errores (que no erratas) de este tipo. Haberlos, haylos. Algunos sorprenden y otros dan mucha vergüenza… Así de meridianamente claro…

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