El alumnado de 2º C ha demostrado lo que ha aprendido de expresión escrita con la elaboración de una fábula. La redacción, la estructura (la fábula debía tener, al menos, dos caras de folio; un diálogo y, por supuesto, una moraleja) la originalidad y la buena presentación han sido claves para tener una evaluación satisfactoria.